jueves, 7 de abril de 2016

SALIDA AL CONFITAL CON 2º ESO

VISITA AL ÁREA DE SENSIBILIDAD ECOLÓGICA DEL PAISAJE PROTEGIDO DEL CONFITAL.
El alumnado de 2º de la ESO de nuestro centro, pudo acercarse hoy al espacio natural de El Confital, que guarda un valioso patrimonio natural , arqueológico y etnográfico.
Pese a que el día amenazaba algo de lluvia, finalmente decidimos desafiar a la meteorología y la jornada resultó estupenda. Partimos de la azotea del Instituto, desde donde pudimos tomar un primer contacto con la zona, orientándonos con el mapa y realizando una interpretación inicial del paisaje.
A lo largo de itinerario se hicieron diferentes paradas, para ir estudiando los distintos elementos de la zona, desde una visión general, hasta los diversos aspectos que la integran. Así, se pudieron contemplar desde su base, las Cuevas de los Canarios en la Montaña del Confital, cuyo acceso ha quedado vedado, debido a los últimos desprendimientos.
También, comprobar el porqué del nombre de la zona, dada la gran cantidad de “confites” que aquí se acumulan, nombre dado a las concreciones calizas producidas por un alga, y que parecen auténticas golosinas.
Tras un descanso y reponer fuerzas, seguimos visitando las antiguas instalaciones militares que jalonan la costa, parte de la historia militar de La Isleta, que en realidad tuvo su origen en el año 1897, cuando se expropió por su valor estratégico, en los años de la Guerra de Cuba.
También se recorrió el antiguo secadero de pescado y las ruinas de las antiguas salinas, comprobando su gran tamaño y tratando de imaginar todo el proceso de producción de la sal que aquí se desarrollaba.
Otro de los elementos visitados fue un antiguo conchero, que puede estar en relación con la presencia aborigen en la zona, pues el mar era una importante fuente de recursos para los antiguos habitantes de la isla.
Además, durante el trayecto se pudieron estudiar diferentes elementos de la vegetación y la fauna asociada, adaptada a las peculiares condiciones ambientales. Incluso tuvimos la suerte de encontrarnos un amplio bando de zarapitos, reposando en las rocas costeras, así como un inquieto charrán, sobrevolando las olas. Al final, lo único que nos vino del cielo no fue agua, sino el “regalo” que una gaviota dejó caer sobre uno de los “profes”… ¡eso dicen que da buena suerte…!
Profesorado acompañante D. Juanjo Florido y D. Rubén Naranjo, al que se agradece su detallada explicación de la visita.




 

                              





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